Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él (1 Jn 4,16)
Ficha de Formacion
Esta sección pretende ser un servicio y un complemento formativo para todos los catequistas que día a día trabajan en nuestras parroquias.
...Es "en el hacer" donde los catequistas encontramos las "piedras" que nos hacen caer, que nos molestan o no nos dejan andar, las dificultades que nos paralizan y desconciertan.
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SABER HACER
 
 
AL HILO
Venimos reflexionando sobre la etapa previa a la catequesis.
En la etapa previa a la catequesis nos fijamos en unos retos
que los catequistas y la catequesis tienen planteados.
Como punto de partida nos centramos en el
Saber hacer. Posiblemente no es lo más importante
a la hora de la reflexión y de la creación de novedad
pastoral. Pero es "en el hacer" donde los catequistas
encontramos las "piedras" que nos hacen caer,
que nos molestan o no nos dejan andar, las dificultades
que nos paralizan y desconciertan.
 
 
 
Redescubrir el sentido de la transmisión de la fe
 
La Comunidad Cristiana dispone de una rica y densa experiencia de transmisión de la fe a lo largo de su historia que no coincide con las leyes de la transmisión de un saber académico ni con las leyes del mercado: "os vendo la doctrina que tengo". Estamos retados a descubrir lo mejor de la experiencia catecumenal de la Iglesia primitiva y no podemos caer en las frías leyes del mercado. La actualización del catecumenado en la Iglesia, hoy lleva implícito dos importantes elementos: definir las etapas de la totalidad proceso catecumenal, y potenciar la originalidad de la iniciación como pedagogía propia de la catequesis.
Señalar etapas es delimitar lo propio de cada una de ellas: naturaleza, características y metodología. Habrá que afrontar desafíos para dejar de hacer en Catequesis lo que vemos que no lleva a ninguna parte e inventar nuevos caminos. Es tiempo de audacia profética en el hacer.
 
 
Sacar consecuencias y ponerlas en práctica
 
Al formular así este reto tengo como referente de fondo la dificultad que supone todo cambio en la vida de las personas y de la comunidad. Quizás el reto sea la apertura al cambio. Hago un esfuerzo para no sugerir aquí acciones que no son propias de la catequesis y sí de otras etapas previas o posteriores a la Catequesis.
 
a) Los lugares
.- Las Comunidades Cristianas se perfilan como el lugar propio de la catequesis.
.-  Es cierto que existen otros lugares donde la persona puede despertar a la búsqueda Dios. Es muy posible que "lugares no explícitamente religiosos se convierta cada vez más en lugares de la pregunta por Dios". Pero el lugar de la etapa en la que se "estructura la con conversión a Jesucristo, dando una fundamentación a la primera adhesión" (DGC 64) es la Comunidad Cristiana.
 
.- La familia y la importancia de los padres formación cristiana es ciertamente un elemento a revalorizar. Pero no se juega toda la forma religiosa en la familia, al menos esto es verdad para no pocos hoy. Son muchos los que viviendo una realidad de familia no cristiana piden (ya sea en la infancia como después) hacer un camino de acogida y seguimiento del Evangelio.
 
 
b) Los destinatarios
.- Durante mucho tiempo la catequesis ha entendida en paralelo con la escuela. Se hacían encuestas entre los niños escolarizados y los catequizados para sacar conclusiones de a cuántos llegaba la Iglesia; se veía a la escuela como el mejor lugar para catequizar a todos los niños. De ahí que los destinatarios primeros y principales de la Catequesis fueran los niños.
.- El cambio y el reto actual es abrirnos a una mentalidad en la que la Catequesis no esté asociada a la escolarización. La Catequesis no se puede asociar a una determinada edad. Toda edad es edad de Catequesis y de apertura al seguimiento de Jesús.
.- Una edad privilegiada para el futuro de la Catequesis será la edad adulta, sin por eso abandonar otras etapas. Y tendremos que explorar posibilidades de Catequesis intergeneracional. Tendremos que superar la rígida estructuración de la catequesis por edades y acostumbrarnos a combinar los momentos por edades con otros intergeneracionales, en los que participen niños, jóvenes (que tienen a constituirse en mundo aparte siempre), adultos, mayores...
 
 
c) El seguimiento personal
.- Influenciados por la sociedad civil y por la escuela, estamos acostumbrados a una catequesis que estructura su contenido "por edades" siguiendo las aportaciones de la Psicología evolutiva. En la historia de la catequesis más reciente, los procesos se plasmaban en materiales que tenían de fondo el apoyo de las aportaciones de la Psicología evolutiva. La catequesis iba muy cercana a los materiales que el niño, el adolescente, joven o adulto tenían en la escuela. El material era guía para el destinatario y guía para el catequista. Hoy son muchos los catequistas que viven un malestar al seguir este proceso: el material y la realidad del destinatario no "casan bien". Generalmente siempre el material es considerado como "subido", superior al nivel de lo que el destinatario puede asimilar y entender.
.- Sin duda habrá que atender cada vez más al proceso personal de cada sujeto, a la valoración de la libertad y originalidad de cada persona, especialmente en la catequesis de jóvenes y adultos, y responder de manera concreta a su ritmo de maduración. Una nueva comprensión de los "materiales catequéticos" parece avecinarse. "Dame tiempo", "déjame caminar a mi ritmo" será más importante que clasificar por edades los grupos e imponerles un ritmo de seguimiento de temas, uno por sesión hasta cumplir el programa. Algo nuevo está apareciendo aquí que exigirá ser de otra manera y hacer de otra manera y concebir los materiales de otra manera. Para ello necesitaremos catequistas más preparados, "que se sepan salvar en el grupo sin el absoluto apoyo del libro". A este propósito es sugerente la reflexión de los Obispos del Québec: "La fe no se presenta como un camino seguro, bien configurado, con etapas y cruces o vías de incorporación obligatorias. No, la fe viene presentada más bien bajo la forma de "tramos de camino" recorridos en compañía de otros creyentes que conocen el nombre de Jesús y lo buscan, lo descubren presente en lo concreto de su vida, a partir de los problemas del momento, de una página de la Escritura, de los imprevistos y de las situaciones dramáticas, de las locuras y de las bellezas del mundo. / ...1 Ciertamente existe el peligro de una fe fragmentada, ocasional, que no llega inmediatamente a unificar la vida. Existe el riesgo de una pertenencia parcial, que no avoca a la experiencia cristiana integral. Pero se comprende, a pesar de todo, que esta fe, aunque incompleta (con lagunas), poco coherente, representa, con frecuencia, para muchos jóvenes, en las condiciones en las que viven, el máximo de adhesión posible". Es cierto que en esta perspectiva hay un riesgo de relativismo y de extravío de camino. Pero ningún camino es perfecto. La elección dependerá de los destinatarios y de la capacitación de los mismos catequistas.
 
 
d) El concepto dinámico de ser persona
.- En un tiempo, el principio de fondo que impulsaba muchas acciones catequísticas consistía en "dar todo" o "dar lo fundamental" para que la persona “se lo llevara puesto” al final del tiempo establecido. El reto hoy es aceptar una manera dinámica de entender a la persona. No se hace Catequesis una vez en la vida para toda la vida. Hay una educación permanente que es posterior a la educación básica. La pedagogía habla hoy de los tres saberes: saber, saber hacer y saber ser. Saber ser implica el “saber devenir”, saber realizarse poco a poco, saber responder al Dios compañero de camino, al Dios que está en la trama de nuestra historia de acuerdo con nuestra edad, situación, proceso de maduración… No está todo hecho en una etapa de la vida. La Catequesis y la educación en la fe tienen mucho que aprender y que programar desde esa perspectiva de la realidad personal dinámica.
 
 
e) Elaboración de paradigmas de Catequesis
.- La historia de la Catequesis en el último siglo nos ha enseñado la oscilación que la Catequesis experimentaba según las acentuaciones del momento: ya fueran sobre los contenidos o sobre la insistencia en prestar atención pedagógica al sujeto. Surgieron así diferentes modelos o paradigmas de Catequesis, todos válidos, todos complementarios, todos caducos. Había la tendencia de que un movimiento desplazara al modelo anterior de Catequesis.
 
.- En la presente etapa tenemos el reto de rehacer el modelo de Catequesis de acuerdo con las referencias propias de la identidad de la pedagogía religiosa y de las aportaciones de otras ciencias. Al acometer este desafío de "inventar" un paradigma de Catequesis para hoy nos preguntamos si podrán tener carta de ciudadanía varios paradigmas a la vez, todos válidos, todos complementarios, todos conjugables simultáneamente. En todo caso, el paradigma catequética tendrá que tener en cuenta que el acto de fe en Jesús, el Cristo, que la persona realice conlleva descubrir las consecuencias que la fe tiene para la vida. Decir "creo" lleva a la persona a vivir la vida desde la fe profesada. Dicho de otra manera: lo nocional no será primero. No hace falta saberlo todo antes para después vivir. Muchos hombres comienzan a interesarse por Jesús no porque saben todo sobre Él, sino porque la experiencia que tienen de la originalidad de la vida en la perspectiva de Jesús les cambia, les plenifica y esto les lleva a profundizar más en Él.
 
 
f) Repensar nuestra actual organización de Evangelización
.- La actual estructura organizativa actual de Evangelización en diócesis y Comunidades Cristianas de nuestro entorno eclesial descansa sobre todo en dos polos: la Catequesis y la ERE. Se abre un frente de reflexión que lleve a rehacer la estructura de organización que en funcionamiento dando cabida a un abanico más amplio: acciones previas a la catequesis (llamémoslas como las llamemos "primer anuncio", "despertar religioso", etc) y acciones que siguen a la Catequesis. Mantener la terminología y estructura hoy corriente llevaría a no potenciar suficientemente elementos que parecen absolutamente necesarios hoy para que la Catequesis sea lo que tiene que ser...
 
 
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